Saber si estamos por ser despedidos

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Es muy habitual que en estos tiempos que corren nos encontremos un poco paranoicos ante la posibilidad de ser despedidos. La falta de oferta de empleo, el gran número de parados, en fin, la dificultad para poder encontrar un trabajo actúan en nosotros como generadores de miedos que no hacen más que llenarnos la cabeza de fantasías sobre la posibilidad de ser despedidos de nuestro empleo.

En muchos casos, esto no es más que nuestra propia imaginación, pero en algunos otros esta sensación puede ser correcta y el despido puede estar a la vuelta de la esquina. Quizás, en estos casos, la pregunta es ¿Cómo saber si me están por despedir o es solo una sensación mía?

Cuando en una empresa se está por despedir a un empleado, algunas cosas comienzan a cambiar, sobre todo en el trato de los superiores con el empleado en cuestión. Es por eso que existen algunas pautas que nos permitirán detectar si podemos ser despedidos.

Se tratan de pequeños indicios que denotan cuando un trabajador está por ser despedido, que se hacen presentes por intermedio de varias características.

Por ejemplo, una de estas situaciones es cuando el jefe le pide al empleado, sin que haya ningún tipo de problema alguno, que se centre exclusivamente en el trabajo que debe realizar, para terminarlo en tiempo y forma.

Es verdad que esta misma situación puede tratarse simplemente de que el superior nota cierta dispersión en el trabajo del empleado, sin embargo también puede tratarse de que la cesantía está muy cerca. Para evitar las dudas entre estas dos posibilidades, siempre es recomendable tener una comunicación directa con los superiores.

Otro de los indicios es cuando para realizar un trabajo no existía un límite temporal, y luego, sin ninguna razón aparente, comienza a haberlo. También es situación de alerta cuando las tareas que comúnmente realizábamos, se le son otorgadas a otro empleado.

El ambiente laboral también es otra de las características que indican que puede estar cerca un despido. Cuando en los últimos días se comienza a experimentar un clima de trabajo más serio y con menos humor, es cuando las cosas pueden estar por cambiar. Este factor también produce una relación más tensa entre los compañeros.

Todas estas situaciones pueden venir acompañadas de rumores. En esos casos es importante que podamos mantener la calma y no entrar en el juego de los chismes. Para evitar esto, como hemos dicho anteriormente, un dialogo frontal con el jefe es siempre la mejor manera de sacarnos nuestras dudas.

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