Objetivos claros para conseguir tu empleo

donde buscar trabajo

Después de elaborar tu perfil personal y analizar el mercado laboral, debes definir tu objetivo profesional, en qué puedes y quieres trabajar.

Es importante analizar a dónde quieres llegar profesionalmente. Si no posees la cualificación adecuada para acceder a tu empleo ideal puedes empezar una formación, pero antes es necesario marcarte un objetivo realista a corto plazo y empezar a trazar tu estrategia para alcanzar tu objetivo final más adelante.

Tener claro el objetivo también te ayudará a concentrar recursos y esfuerzos en una determinada dirección, con lo que ahorrarás tiempo y energía, y aumentarán claramente tus posibilidades de encontrar el trabajo que realmente deseas.

Definir objetivos

• ¿En qué área funcional o tipo de función quieres ejercer? Comercial, administración, secretariado, compras, ingeniería, finanzas, calidad, marketing, recursos humanos, informática…

• ¿Cuáles son los sectores que más te interesan? Turismo, hostelería, transporte, logística, alimentación, textil, banca, seguros, construcción, enseñanza, energía, cosmética, informática, legal, publicidad, medios de comunicación, química, salud, servicios a personas…

• ¿En qué tipo de organización quieres desempeñar tu actividad profesional? Una empresa pequeña, mediana o grande, una empresa española, una empresa extranjera en España, una empresa muy estructurada, una empresa de estructura familiar, una institución sin ánimo de lucro, una entidad pública…

• ¿Dónde quieres trabajar? Cerca de tu casa, estás dispuesto a viajar, a cambiar de domicilio, a trabajar en el extranjero…

Después de detectar en qué función(es), sector(es) y tipo(s) de organización podrías encajar tendrás tu objetivo profesional claro y sabrás exactamente  a qué empresas dirigirte.

Como gestionar el tiempo

Una de las cuestiones que más debemos cuidar, cuando estamos en búsqueda de empleo, es la gestión de nuestro tiempo, ya que cuanto más tiempo tenemos, peor lo administramos. Esto conlleva situaciones que serían impensables si siguiéramos trabajando, como: quedarnos más tiempo durmiendo, trasnochar, no cumplir con las tareas del día, no estar pendiente del correo durante unos días.

A la hora de organizarnos el día, debemos tener siempre en mente, que la búsqueda de trabajo es un trabajo, y por ello, hay que dedicarle el mismo tiempo que una jornada laboral, desarrollando en ella actividades de búsqueda de empleo, de networking, presentarnos a entrevistas, dejarnos caer por eventos de nuestro sector para conocer gente nueva, interactuar en redes sociales, formarnos y mejorar nuestro perfil.

Por ello lo primero que debemos tener es un horario y una (única) agenda, usando el horario para marcar rutinas y la agenda para marcarnos tareas e ir comprobando si las cumplimos. Lo importante es marcarse horarios para la búsqueda de empleo, horarios que no sean inflexibles, pero si que se respeten, para que, poco a poco, se conviertan en una eficaz rutina diaria.

El trabajo que es la búsqueda de empleo, es una nueva tarea a la cual debes adaptarte, y que va a afectar a tus costumbres y hábitos. Es esencial organización y horarios, marcando claramente periodos de trabajo y de descanso, ya que la búsqueda obsesiva de empleo durante horas, tampoco ayuda, puesto que esta labor no tiene una relación lineal entre número de horas dedicadas y número de ofertas en las que participamos (es más, hay personas que solo envían diez CVs, pero a ofertas muy bien seleccionadas, que tienen muchas más posibilidades de ser citados a entrevista, que personas que envían cien CVs sin ningún criterio).

Potenciar nuestra marca personal

La marca personal no es venderse bien a sí mismo, sino vender bien lo que haces o como lo haces.

En una economía cada vez más competitiva y dispar, destacar con tu marca personal es la senda por la que conseguirás ser reconocido ante la multitud.

Para crear una marca personal, has de pasar por dos etapas. En la primera debes analizarte a ti mismo: tus creencias, valores, fortalezas y habilidades. La segunda tiene que ver con la comunicación de la marca, con el establecimiento de relaciones.

En la creación de la marca personal hay que seguir los siguientes pasos:

-Tener un proyecto personal/profesional
-Diferenciarte con respecto a tu competencia en lo que ofreces
-Como esta marca personal está asociada a tu persona, conocerte a ti mismo te ayudará a proyectar una buena imagen
-Poner atención en lo que se comenta de la marca
-Asegurarse de que las percepciones del exterior están en concordancia con lo que deseas transmitir
-Generar nuevos atributos que eliminen las percepciones negativas que puedan existir
-Asociar a la marca con la satisfacción de los clientes
-Esta marca personal te beneficiará en aspectos como la generación de confianza y visibilidad, te compensará económicamente, creará nuevas oportunidades de negocio y una mayor fidelización de clientes, entre otros.

Existen múltiples herramientas para la creación de nuestra marca personal, crear un Blog, una cuenta en Twitter para dar difusión a los contenidos y compartir opiniones y redes profesionales como Beknown en Facebook para establecer contactos profesionales y mantener separados el contenido personal del profesional, para evitar compartir con todos nuestro lado privado.

Conoce tus aptitudes y actitudes

Cada vez que asistimos a una entrevista, tenemos que ser conscientes de que un gran número de personas igual o quizá más preparadas que nosotros se van a postular para el mismo puesto, y que sólo si destacamos frente a los demás, conseguiremos el trabajo.

Por supuesto, que duda cabe que un buen currículum, con estudios superiores, idiomas o un máster te abrirán las puertas al mercado laboral mucho más que si tu nivel de estudios es básico. Sin embargo, ten en cuenta que jamás conseguirás un trabajo si no potencias algunos de los requisitos que los tiempos solicitan.

Por eso, es imprescindible conocer que actitudes y aptitudes son las que más valoran los reclutadores para que te lleves el gato al agua.

Así, algunas de las capacidades personales que más valoran quienes más saben de recursos humanos, son la flexibilidad y la polivalencia, así como, por supuesto, la confianza. Ser un tipo flexible en todos los campos, ser polivalente y generar confianza aportará un gran valor a tu candidatura.

Además de estas cualidades, existen otras aptitudes y actitudes que se valoran mucho a la hora de elegir al candidato idóneo.

Entre las aptitudes más valoradas se encuentran la capacidad de relación y comunicación, la capacidad de organización y planificación, la creatividad, la capacidad de resolver problemas y la capacidad de negociación.

Por su parte, entre las actitudes que más se tienen en cuenta hoy en día están el trabajo en equipo, la disposición al aprendizaje y al cambio, tener iniciativa, ser dinámico, y por supuesto, ser tenaz.

Si eres capaz de hacer notar todas estas cualidades que un buen trabajador siempre ha de tener, tendrás la mitad del trabajo hecho para conseguir ese empleo.

Conseguir lo que realmente buscas

Si estás muy interesado en conseguir un puesto de trabajo en concreto y nada te haría más feliz, estos consejos te ayudarán a lograrlo.

Por mucho que no lo creamos y a pesar de la crisis, los puestos de trabajo siguen existiendo, están ahí para ti. Lo que ha cambiado es la percepción que los reclutadores tienen de que un candidato sea atractivo para un puesto determinado.

Tanto es así, que lo primero que tienes que saber, es que en el actual mercado laboral, que además de difícil está en pleno cambio, ya no basta con aportar tu extensa lista de conocimientos ni tu alargada experiencia laboral. Las empresas buscan gente despierta, proactiva y con iniciativa. Gente capaz de resolver problemas o, lo que es más importante, adelantarse a ellos.

Pero empecemos por el principio. Debido a los cambios que sufre el mercado laboral, jamás conseguirás ningún puesto de trabajo enviando un simple CV o una mera carta de presentación. La búsqueda de empleo ha pasado de encontrar lo que haya con tu experiencia a planificar tu carrera profesional. Realiza un plan de acción definido que conteste a por qué quieres el empleo, que herramientas te ayudarán a conseguirlo y que es lo que le puedes vender al empleador.

Una vez hecho esto y cuando estés ante tu entrevistador, no te tomes esa reunión como un mero interrogatorio, porque estarás herrando. Actúa como si ya estuvieras contratado y fueras a venderle a tu jefe un nuevo proyecto, y sólo así demostrarás que eres el candidato que ellos buscaban.

Por supuesto, un buen candidato nunca descuidaría su red de contactos profesionales, que como ya se sabe, puede ser más poderosa y de hecho lo es, que cualquier otra forma de networking.

Además, mantén tus redes sociales al día y no olvides que muchas de las ofertas de trabajo más atractivas en la actualidad se encuentran muchas veces en estas redes de contactos.