Cómo ahorrar en energía y dinero

Llegar a una oficina en la que se pasa calor en invierno y nos sobra toda la ropa. Acercarse a otra en verano y pasar frío, tanto como para necesitar una chaqueta. Son dos ejemplos de situaciones cotidianas que nos han pasado a todos alguna vez. Abusar de la dinero calefacción o del aire acondicionado para mejorar la temperatura no es un acto de respeto con el medio ambiente. Ni una muestra de eficiencia energética.

Esto mismo ocurre en nuestros hogares. Aunque sabemos que existen casas más frías o más calurosas de lo normal, por diferentes características y motivos, lo cierto es que excedernos en el uso de los aparatos eléctricos no ayuda a nadie. Ni a la naturaleza ni a nosotros mismos. Y supone un gasto enorme en la factura. Por nuestro bien, sería mejor que tuviéramos claras algunas ideas y conociéramos unos trucos, para poder ahorrar tanto energía como dinero.

-Aunque nos gusta que el hogar tenga buena temperatura, no hace falta mantener la constante. En casa se hace mucha vida en determinadas horas, pero no siempre estamos allí. Dejar la calefacción o el aire acondicionado puesto durante todo el día para mantener la temperatura del hogar conlleva un gran derroche de energía. La mejor opción es usar un termostato programable, que ajusta con más exactitud y precisión la temperatura y controla el encendido y apagado del aparato los días y horas que preferimos. Hay que programarlo adecuadamente, en relación con el tiempo que pasamos en el hogar.

-Subir o bajar en exceso la temperatura no es buena idea para calentar o enfriar la casa. Encender el aire acondicionado o la calefacción a grados más elevados o más bajos de lo normal, para que el hogar se enfríe o se caliente antes, no merece la pena. Realmente, la casa no tendrá la temperatura adecuada que queramos superando el nivel indicado. El tiempo para alcanzar los grados marcados será el mismo.

-Al contrario de lo que pensamos y damos por hecho, una chimenea no siempre es la manera de ahorrar energía más eficaz. El tiro de la chimenea abierta deja salir el humo de la leña que nos calienta, pero también hace que entre mucho más frío a la casa.

-Las ventanas no son las principales culpables de que se escape el calor. Se pierde más por los techos y las paredes mal aislados. Poner unas buenas ventanas aisladas es un avance, pero hay que tener en cuenta otros aspectos que afectan a la vivienda, como la orientación, el diseño, la luz solar que le llega, los materiales que se usaron en la construcción,… Dependiendo de los diseños de casas se puede ahorrar más o menos. No es lo mismo calentar una casa de 60m2 que una de 100, 200 ó 300m2, por ejemplo. Las grandes casas de lujo lo saben bien. Además, las estructuras de formas redondeadas y compactas normalmente pierden menos energía que las que tienen muchos salientes y huecos.

-Las bombillas incandescentes, como todas las bombillas, sirven para aportar luz, no para calentar. Necesitan más cantidad de electricidad para crear luz que una bombilla eficiente. Por ello, las mejores opciones son las bombillas LED. Su precio es mayor que el de las incandescentes, pero gastan mucho menos, duran más tiempo y son menos contaminantes.

-El uso de las calderas. Pensamos que si es vieja consume más energía que una nueva. Sin embargo, lo cierto es que si no se acompaña de otras medidas de ahorro, como aislamientos de hogares y buenas ventanas y puertas, cambiar la caldera vieja no sirve para mucho. Las calderas deben pasar sus revisiones obligatorias. Pero como vemos, no son los únicos problemas de la ineficiencia de energía.

-Utilizar un tipo de radiador u otro, de gas o electricidad, en las habitaciones, parece una pregunta muy simple. Si pasamos gran parte del tiempo en casa en un par de estancias, pensaríamos que es mejor usar los eléctricos. Hoy en día, ya se preparan para que su consumo sea menor. Pero una buena instalación centralizada de gas también puede resultar muy adecuada. Habrá que escoger dependiendo de nuestras necesidades y lo que nos resulte más útil.

Conociendo estas ideas, esperamos que vuestros hogares sean cada día más eficientes, ahorrando dinero y respetando el medio ambiente.